Al menos que usted viva en una de esas utopías nórdicas, los debates públicos de su realidad pasan por contextos un tanto más “dramáticos” y reales -por así decirlo-. Ya sabe, aquí en los países normales, con gente normal y corriente, nuestros debates públicos tienen que ver más con cuestiones del tipo: ¿seguimos metiendo a las cárceles a las mujeres que cometen aborto?, ¿y si dejamos casarse a quién quiera casarse con quién quiera casarse y ya?, ¿y si los ciudadanos (sin partido) también pueden contender a cargos públicos?, o –fíjese usted- ¿deberíamos dejar sin trabajo a los maestros atrasados y que ya chinguen a su madre?, ¿al carajo con ellos?.

Mientras en otros países –y contextos- los humanos normales de carne y hueso nos debatimos entre Trump o no Trump, el Brexit o dejar entrar o no a los refugiados Sirios, en otras latitudes cósmicas tienen debates un tanto más repugnantes. Permítame la expresión. Pero acabo de leer la nota –un poco atrasada- del referéndum levantado en Suiza entre sus nacionales para –escuche esto- repartir o no un “sueldo básico” entre sus ciudadanos (simplemente por serlos) de 2,250 euros mensuales (unos $46,600 pesos mexicanos). Así es, mientras usted decide si dejar sin trabajo o no a maestros es algo bueno, los suizos deciden a dónde irse de vacaciones perpetuas.

¿Y se preguntan si el socialismo funciona?. Al parecer la economía y la estabilidad en estas extrañas utopías nórdicas va tan bien, que este tipo de plebiscitos son ya normales entre sus agendas políticas. Otros países como Bélgica y Noruega, además de Dinamarca y Finlandia también se han visto en la penosa situación de preguntarle a sus ciudadanos si les gustaría recibir o no manutenciones básicas debido al excedente en las arcas públicas. Al parecer en estos países fantoches las cosas van tan bien que necesitan restregárnoslo en la cara. A todos.

Lo encuentro asqueroso, discúlpeme. Pero Suiza, Bélgica y toda esa bola de países fanfarrones pueden venir a besarme el hoyo. Aquí todavía no hemos decidido si el plagio de tesis de nuestro presidente es algo malo, feo, medio feo, medio equis, penosito o qué carajos y ¿ustedes andan con estas cosas?. Son los niños sin amigos que llegaban a la hora del recreo a presumir sus Nintendo 64 mientras los demás jugábamos con trompos y tazos, o a “saltar la cuerda”. Por eso nadie los quiere.

Francamente lo veo como una mentada de madre internacional. Deberíamos ir a la guerra contra ellos. Por mamones. Sí, la “Guerra de los mamones”. Hasta yo iba. No es broma. Yo iba. Hijos de puta. Es que… ash… En fin. Por cierto, el referéndum levantado entre los suizos el 5 de Junio (2016) quedó con un 78% a favor del NO. ¡Me lleva la puta madre nórdica de todos sus hijos@#¢&%$…

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