Acabo de prender la tele, a tres días de la muerte de Fidel Castro, son las 6 de la tarde (tiempo de Cancún) y sintonizo el canal 13 (uno de los 4 canales de mayor cobertura nacional, quizá el segundo en importancia y audiencia): dos conductores (una chica y un chico de escaso recurso intelectual y de nulo atractivo físico) entrevistaban a la dueña de un perrito maltés, sin mayor atributo –al parecer- que el de ser su dueña. Intentaban conseguirle un amiguito –otro perrito- para que fuera su cita a ciegas y ambos pudieran irse a correr por el