Tu muerte me agarró a mitad de la función de El bebé de Bridget Jones. Esta vez la rechoncha cuarentona británica no sabe quién es el padre de su hijo. Se acuesta con dos, les miente, y la lía. Al final se casa con el que resulta ser el verdadero padre. El mismo tipo (de las primeras dos películas) al que no dudaba en dejar a la deriva cada vez que Hugh Grant le sonreía tantito. En mi opinión: no lo merece. Sí, Colin Firth se merecía más. Lo siento. Pensaba, mientras me bebía mi cuarta cerveza (porque, entenderás que